viernes, 25 de abril de 2014

A Marte sin billete de vuelta

Asentamiento en Marte
"La colonización de Marte tendrá que esperar" fue uno de mis primeros artículos en este blog (24.feb.12). El "detonante" de esa conclusión era el entonces reciente anuncio de la NASA de abandonar el proyecto ExoMars, lo que retrasaba sine die el plan de situar primero un orbitador de última generación alrededor del Planeta Rojo y después unos robots exploradores en su superficie, pasos previos para una posterior colonización humana.
 
Se señalaba en el citado post las inmensas dificultades asociadas a llevar a cabo una misión con éxito que implicara llevar, "amartizar", explorar y traer de vuelta a la Tierra sanos y salvos a una tripulación, todo ello en una expedición con una duración estimada de 18-20 meses. Sin embargo, también se apuntaba la naciente idea de plantear un "viaje sin retorno", llevado a cabo por un grupo inicial de "pioneros" (por similitud a los "pilgrims" del Mayflower, que tampoco tenían intención de volver a Inglaterra), que establecieran una colonia permanente en Marte. Sin billete de vuelta.
 
Pues en esas estamos. Y lo que hace dos años era poco más que una idea, hoy empieza a contemplarse como una seria posibilidad. Gracias al impulso de dos emprendedores holandeses, Bas Lansdorp y Arno Wielders, y a su proyecto Mars One ( www.mars-one.com ). En su página web está todo muy bien explicado; extraigo de ella lo que me ha parecido más relevante.
 

viernes, 11 de abril de 2014

Enamorados de la secretaria... virtual

Cartel de la película "her"
Me parece muy acertado que le hayan dado el Óscar 2014 al mejor guión original a Spike Jonze por la película "her" (si no la has visto, quizá debas posponer la lectura de esta entrada; no quiero chafarte la intriga). Porque es doblemente original. Primero, en el sentido al que se refiere este apartado de los Óscar (esto es, un guión creado expresamente para hacer una película). Y segundo, porque la reflexión que plantea sobre el futuro de las relaciones hombre-máquina es ciertamente original, y da qué pensar.
 
Empecemos por una precisión. Aunque el discurso de la película presenta a "Samantha" como un Sistema Operativo con Inteligencia Artificial diseñado para adaptarse y evolucionar, lo que le daría un toque bastante técnico y, hasta cierto punto, asexuado, lo cierto es que la "materialización" de este elemento de software a través de la interacción verbal (no hay otra) se asimila mucho más al concepto de ayudante personal virtual avanzado. Y si a esto se le añaden los matices emocionales de la sensual voz de la actriz encargada de darle la palabra a Samantha (Scarlett Johansson en la versión original), la trama está servida.
 

viernes, 4 de abril de 2014

Por favor, súbame al piso 35.786

Y eso asumiendo que cada "piso" tenga un Km. de altura. Porque es a esos 35.786 Kms. sobre el ecuador donde se encuentra la órbita "geoestacionaria". Donde las fuerzas gravitatoria y centrífuga se equilibran para dejar a un objeto quieto en la misma posición y altura sobre la Tierra (o sea, orbitando a la misma velocidad de rotación que la propia Tierra, de ahí su aparente "inmovilidad"). Y es a esa altura donde se piensa que debe estar la "estación base" del Ascensor Espacial.

Un proyecto que ya aventuró el pionero de la exploración espacial Konstantin Tsiolkovsky en 1895, aunque sobre la base de una "torre" que llegara a esa altura (fácil de imaginar, pero inviable de construir; se ha estimado que con su peso se hundiría la corteza terrestre). Y que años más tarde, en 1979, tuvo su recreación más conocida en el libro "The Fountains of Paradise" de Arthur C. Clarke. Ambientada en el siglo XXII, para dar margen a que el progreso tecnológico permitiera disponer de los materiales y de las capacidades para su construcción. Aunque es conocida la respuesta irónica de Clarke años más tarde, en 2003, cuando le preguntaron sobre la viabilidad de este proyecto: "El ascensor espacial se construirá 10 años después de que todos se dejen de reir... y ya se han parado de reir".