viernes, 17 de mayo de 2013

Un nuevo Estado: Basurilandia. Capital: Garbandia


La bandera del nuevo Estado
El 14 de abril de 2013 quedó constituído en la sede de la Unesco de París el nuevo Estado Federal de Basurilandia (así traduzco libremente The Garbage Patch State), que cuenta con bandera propia, capital (Garbandia) y Constitución. Auspiciado por Mª Cristina Finucci, esposa del nuevo embajador de Italia en España, cuenta con una interesante página web:
www.garbagepatch.state.org , donde explica los motivos que les han llevado a esta propuesta y los objetivos que persiguen. En resumen, se trata de concienciar a través del arte, y de esta expresión un tanto folclórica, sobre la quizá inevitable degradación del medio marino causada por todos los desechos que se vierten en él. Algo que la información científica y el pensamiento racional parece que no han conseguido.
 
Las islas o "parches" de basura origen del nombre, se refiere a las 5 extensas zonas repartidas en los distintos océanos donde, por efecto de las corrientes marinas, se van concentrando estos desechos, especialmente los no biodegradables, fundamentalmente los plásticos. El caso más conocido es el que se encuentra en el Pacífico Norte, entre 135ºW - 155ºW y 35ºN - 42ºN.
 

Esperemos que sólo sea un montaje
Como, por efecto de la fotodegradación, los plásticos se van desintegrando en piezas cada vez más pequeñas hasta el nivel molecular,  los casi 100 millones de Tm. que se estima hay en esa zona no resultan visibles desde el aire, ya que se encuentran en suspensión en la zona superior de la capa de agua. Por eso no resulta fácil estimar la superficie que ocupan en el océano; los cálculos en el caso del Pacífico Norte van desde los 700.000 Km2 hasta los 15.000.000. También se ha calculado lo que tarda un residuo plástico en llegar a la "zona de convergencia" del parche: 1 año o menos desde la costa este de Asia y unos 6 años desde la costa oeste de Norte América.


Al final, acaba en nuestra cocina


Podría pensarse, bueno, es basura, pero ahí está, en una zona controlada. Pero un primer problema, y grave, es que llega un momento en que, debido a su pequeño tamaño, las partículas de plástico degradado pueden ser ingeridas, y de hecho lo son, por los organismos acuáticos de distintos tamaños, entrando así en una cadena alimenticia que puede llegar hasta los seres humanos. Se ha estimado, por ejemplo, que de los 1,5 millones de albatros que habitan el atolón de Midway, cercano a esta "isla", prácticamente todos albergan plásticos en su sistema digestivo.

Y el segundo problema, como ya se puede anticipar, es que el volumen de residuos plásticos, a pesar de todos los esfuerzos y campañas de apoyo al reciclaje, va en aumento, y de forma exponencial (el crecimiento de China y del sudeste asiático tienen un papel protagonista en este caso).


El Extractor de Basura Marina
¿Soluciones? Pues, lo primero, aplicar de manera generalizada el "Reducir-Reutilizar-Reciclar". Pero parece que no es suficiente. Una de las propuestas imaginativas viene de la mano de un joven holandés de 19 años, Boyan Slat, que estudia primer año de Ingeniería Aeronáutica. Creador de la "Ocean Cleanup Foundation" para financiar su idea: un Extractor de Basura Marina, que, asegura, puede llegar a extraer 7,25 millones de toneladas de basura en 5 años de funcionamiento.

La idea básica es que, en lugar de que un barco con un aparejo más o menos sofisticado vaya recorriendo los mares recogiendo basura, utilizar las corrientes marinas a nuestro favor, haciendo que, de alguna forma, los residuos se vayan canalizando hacia unas "estaciones" fijas de recuperación y tratamiento. Esta es la charla TED donde lo explica:
http://www.boyanslat.com/TEDx/

La propuesta, a pesar de su explosiva difusión viral por la red, tiene detractores desde la parte, digamos, "ortodoxa" de la investigación científica, en el sentido de que la superficie del océano a tratar es enorme,  y las condiciones meteorológicas distan de ser las adecuadas para que una instalación "anclada" al fondo del mar, aunque imite el perfil de una manta raya, pueda funcionar de manera correcta durante un tiempo prolongado. De hecho, en la propia página web de Boyan han incluido un texto en rojo indicando que el proyecto se haya todavía en la fase de "análisis de viabilidad".

Pero algo hay que hacer. La alternativa es dejar que toda la basura crezca y se consolide y que , dentro de unos cientos de años, podamos de verdad clavar la bandera en la "tierra firme" del nuevo Estado. Aunque, para hacerlo, habrá que llevar máscara.


 

4 comentarios:

  1. Ángel, ¿sabes si afecta a la fotosíntesis?
    Abrazos,
    Elías

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    1. Hola Elías.
      En la medida en que la basura "tape" a las algas marinas, sí que puede afectar de algún modo, pero creo que la mayor parte de producción de oxígeno corresponde a las plantas situadas sobre la superficie terrestre.

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  2. LLevo unos dias en EEUU visitando a mi familia, circunstancia que aprovecho para hacer algo de turismo. Me llama la atencion la limpieza y el orden, incluso en zonas rurales donde podria esperar que la sociedad tuviera menos sensibilidad por estas cuestiones. Sin esperar el advenimiento de grandes avances cientificos, en nuestro pais tenemos mucho margen de mejora en el control de basuras. Lo mismo que hay campagnas televisivas contra el tabaco y la imprudencia al volante, habria que hacer un esfuerzo para concienciar a los ciudadanos, con zanahoria y palo gordo, de las ventajas del orden y la limpieza.

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  3. Creo que el problema es mucho más profundo que el orden y la limpieza, aunque ya me gustaría a mí que en España tuviésemos "un poquito de por favor" en ese sentido. Pero una ciudad puede lucir una limpieza y orden de 10 y, sin embargo, producir basura que va a los mares u a otras zonas del planeta.
    No tenemos que olvidarnos que. además de los plásticos, en el mar vertimos como si nada sustancias químicas. Y que también generamos muchísima basura electrónica. China, India, Pakistan, Ghana y Nigeria reciben al año unas 40 toneladas de desechos tecnológicos: ordenadores, teléfonos móviles, impresoras, televisiones, lavadoras, entre otros tantos artilugios electrónicos. El problema se agrava en estos países porque es allí donde paradójicamente se “recicla” este material. "Reciclan" muchas personas, entre las que se encuentran niños, que trabajan en pésimas condiciones, manipulando materiales altamente contaminantes. Contaminación ambiental y graves problemas de salud son moneda corriente en estos parajes del Tercer Mundo. Pero la pobreza es lo que tiene... que es otro mar.

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