viernes, 18 de enero de 2013

Nunca digas de este agua no beberé...

Hay dos datos muy relevantes: El primero es que el 97,5% de todo el agua que se encuentra en el Planeta Tierra está en mares y océanos; el 2% está en forma de hielo, principalmente en los polos, y sólo el 0,5% se encuentra en forma de agua dulce, incluyendo ríos, lagos y acuíferos. El segundo dato es que se estima que un 60% de la población mundial (4.200 millones de personas) vive a menos de 50 millas (80 Kms.) de la costa. Y podemos añadir un tercero, y es que sólo un 10% del consumo mundial de agua va destinado a hogares y edificios.
Cada vez consumimos más agua
 
La conclusión parece clara: La transformación del agua de mar en agua potable será, con toda probabilidad, la mayor fuente de suministro de agua para las poblaciones costeras en el futuro. Y no partimos de cero. Según la International Desalination Association (www.idadesal.org), en 2010 había cerca de 14.500 plantas desalinizadoras en el mundo, con una capacidad de producción de 68 millones de metros cúbicos por día. Aunque la mayor capacidad instalada se encuentra en Oriente Medio (Arabia Saudita lidera la lista), y la mayor planta desalinizadora , la de Jebel Ali, se encuentra en los E.A.U., hay dos países en vanguardia que merece la pena analizar:
 
- En Israel,  la planta de Ashkelon, situada a 70 Kms. al sur de Tel Aviv, produce el 15% de las necesidades de consumo anual del país. Cuando se completen en 2013 las plantas previstas, habrá un total de 5, que producirán 600 millones de m3 al año, un 50% de las necesidades.
 
Maqueta de la planta de Ashkelon en Israel
- En Australia se está imponiendo un modelo de combinar una granja de energía eólica con una planta desalinizadora. Por ejemplo, la planta de Perth (45 millones de m3 por año) recibe el 100% de su energía de la Emu Downs Wind Farm. Y la planta de Kurnell, que suministra el 15% de las necesidades de Sydney, lo hace de la Capital Wind Farm, de 140 Mw.
 
La mayor parte de las plantas en producción y en fase de construcción se basan en la tecnología conocida como "ósmosis inversa", con algunas variantes. Así como la "ósmosis" consigue que dos líquidos de distintas concentraciones separados por una membrana permeable se vayan equilibrando hasta igualar sus propiedades, la técnica de "ósmosis inversa" consigue que la membrana sirva de barrera, para que, al aplicar una fuerte presión sólo pase el agua, y que la sal y otros elementos presentes en el agua de mar no pasen el "filtro".
 
En realidad, no hay agua sin sal (salvo la destilada en un laboratorio). El agua de un manantial de montaña tiene 0,2 gr. de sal por litro, mientras que el agua de mar tiene, de media, unos 35 gr. por litro. Para que un agua sea apta para consumo humano debe tener menos de 1 gr./litro.
 
El proceso de ósmosis inversa tiene dos "inconvenientes" (muy importantes desde el punto de vista ecológico):
 
- consume bastante energía, y en función de qué fuente se use (es fácil adivinar qué combustible usan las centrales que abastecen de energía a las plantas desalinizadoras de Arabia Saudita, por ejemplo), el impacto ecológico puede ser elevado. De ahí que el "método australiano" de combinar eólica y desalinizadora, prometa. Hay quien promueve que se construyan centrales nucleares de última generación para este fin (curiosidad: así lo hacen los portaaviones nucleares USA, que usando su reactor desalinizan 1,5 millones de litros al día para sus necesidades a bordo).
 
- El concentrado salino que se obtiene como subproducto del proceso, y que se devuelve al mar, puede tener, si no se hace bien, un impacto grave en los fondos marinos. De hecho, en EE.UU., la Clean Water Act establece como condición para autorizar una planta desalinizadora que se haga un proyecto complementario que garantice la reducción de su impacto en el plancton, larvas y huevas de las zonas de admisión y desagüe.
 
Del 20 al 25 de Octubre de 2013 se celebrará en Tianjin, China, el Congreso Mundial de la IDA. Bajo el lema "Desalination: A Promise for the Future", espera reunir a más de 2.000 delegados para conocer y debatir el futuro de esta industria. Habrá que estar atentos a la aparición de nuevas tecnologías que mitiguen o incluso eliminen los inconvenientes de las técnicas actuales, pero lo que parece seguro es que el agua que bebamos en un futuro no muy lejano en Barcelona, Nueva York o Beijing provendrá de sus mares cercanos (lo que beberemos en Madrid, como siga lloviendo, en términos anuales, cada vez menos, habrá que analizarlo en otro artículo).
 
Estimación del tamaño del mercado de desalinización por país
 
 
Posdata de asombro: Según la Asociación Española de Desalación y Reutilización (AEDyR), en España hay más de 700 plantas desalinizadoras ¿¿??, que producen 1,6 millones de m3/día. El Plan AGUA (Actuaciones para la Gestión y Utilización del Agua; lo que hay que forzar para conseguir que cuadre un acrónimo ;-)) impulsado por el Gobierno socialista a partir de 2004, preveía la construcción de 51 plantas desalinizadoras, fundamentalmente en el Mediterráneo, y una inversión de 1.600 millones de €. Pues bien, en el informe presentado al Congreso en Marzo de 2012, el balance es tremendo: De las 51 se han construído sólo 17 y hay 15 más en construcción, algunas con pocos visos de terminarse. Pero el dato impactante es que las construídas están funcionando, de media, al 16% de capacidad!!! Hasta el punto que la Unión Europea, que aportó buena parte de los fondos para su construcción, ha pedido explicaciones, o mejor dicho, que, o funcionan a pleno rendimiento o se les devuelve el dinero.

Posdata de oportunidad: Hay un buen número de empresas españolas de ingeniería y filiales de grupos de construcción (Inypsa, Ecoagua, Cadagua, Sadyt, Acciona Agua, ...) que tienen una posición de liderazgo en este sector. Con las previsiones de crecimiento de la demanda, tienen un gran reto por delante. Más información en este reciente artículo:
http://economia.elpais.com/economia/2013/01/04/actualidad/1357312366_118856.html
 

5 comentarios:

  1. Yo también creo que la desalinización del agua de mar es una industria con un enorme crecimiento futuro, si bien circunscrito a las zonas secas de la tierra, que son muy extensas.

    Es curioso que el problema del agua es, al 100%, un problema de energía (y menos mal que es así). El agua de la tierra no se gasta(!), solo se mezcla, se ensucia o pierde altura. Todo ello se restablece con energía aplicada mediante procesos eficientes.

    Esto lo viene haciendo muy bien la naturaleza, a base de energía solar pura y dura, mediante los procesos de evaporación/lluvia que separan el H2O de las sales disueltas y la elevan a las nubes y hasta las cabeceras de los valles. Pero solo la dispensa cuando la temperatura de rocío iguala a la de bulbo seco. Esto no ocurre nunca en Mali, en Gobi o en Namibia.

    En sitios secos, hay que emular a la naturaleza y aportar energía para purificar/elevar el agua. Y eso tiene un coste. El precio medio de desalinizar agua de mar por ósmosis inversa es del orden de 0,5 euros/m3. La mayor parte de ese coste es energía y el resto amortización (que en último término también es energía). En España el precio medio del agua para el usuario final es del orden de 1,5 euros/m3. Suponiendo que ese coste se calcula con materia prima gratis (agua de lluvia), si la sustituyeramos por agua osmotizada incrementaríamos la factura del agua un 33%. Quizá algo mas porque el agua del mar, además, hay que ¨subirla¨mientras que la de lluvia ¨viene bajando¨. En cualquier caso, no parece excesivo, aunque los palentinos dirían que no porque allí pagan el agua solo a 0,68 euros/m3.

    (!) En realidad si que se gasta, pero poco a poco, merced al efecto del viento solar, que arranca parte de los gases atmosféricos, y que se incrementa mucho con las tormentas solares. El fuerte campo magnético terrestre desvía el viento solar e impide que, en la Tierra, este efecto sea significativo como lo ha sido en Marte, Mercurio o la Luna. Venus, pese a su densa atmósfera, pierde también mucha agua por efecto del viento solar. En la Tierra tenemos un campo magnético protector porque hay un sistema núcleo/manto metálico fundido cuyas corrientes convectivas lo generan. Los núcleos de los restantes planetas menores ya están fríos, se han solidificado y son magnéticamente inertes, lo que ha dejado sin protección a sus atmósferas.

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    1. Amigo Telmo, ¡cuánto sabes! Me ha gustado lo de que "la temperatura de rocío iguale a la de bulbo seco" para que la naturaleza dispense el agua. Muy poético...
      Ya que has mencionado el ciclo del agua, recuerdo que hace unos años asistí a una sesión en un Curso de Verano de la Complutense donde por primera vez escuché la teoría sobre el origen del agua en la Tierra que afirma que la mayor parte de todo el agua de los océanos proviene de asteroides y cometas que en las primeras etapas de formación del sistema solar fueron atraídos y colisionaron con la Tierra. Me quedé con la boca abierta tratando de imaginar la magnitud del proceso...
      Y en temas más mundanos, como el del precio del agua: estarás conmigo en que una cosa es el coste del agua y otra lo que pagamos por ella. Porque si no, usando la misma fuente de tus 0,68 € palentinos, ¿cómo se explica que tanto bilbainos como almerienses paguen el agua a 1,55 €? Algo no cuadra...

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  2. Querido Ángel. Realmente eres un curioso impenitente. Te atreves con todo. Gracias por esta investigación y estas reflexiones. La inquietud que me genera es si en nuestro afán, como especie, de toquetearlo todo no nos cargamos el mar y con ello el equilibrio medioambiental. Pero vamos, que nos bebemos el mar, nos lo bebemos. Que nos den tiempo.
    Un abrazo.
    Gonzalo.

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  3. En cuanto no llueve, me preocupo: sequía=falta de agua y me saltan las alarmas “animales”, se conoce. Lo mío es una exageración si me comparo con cualquiera de mi entorno, que piden al cielo que no llueva mientras yo me alegro de que caiga a mares. Agradezco enormemente esta información a Ángel, saber que podemos bebernos el mar debiera relajarme para siempre de mis paranoias con el agua (la ausencia de ella, se entiende), pero no sé yo… si dejo de obsesionarme con la escasez de agua dulce, me dará por el campo magnético (Telmo, hoy no duermo pensando que como al campo magnético le pase lo más mínimo nos quedamos secos-resecos... ay)

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  4. Angel, muchas gracias por el elogio, pero mas que saber lo que hago es mirar la web, como tÚ, con quien comparto el vicio de la curiosidad. Eso sí, me ha estimulado mucho que aprecies mis inclinaciones poéticas: seguiré esforzándome, a ver si supero a Nerón !!

    Charo, no te preocupes lo mas mínimo porque la tierra se enfríe y perdamos el campo magnético: mucho antes que eso nos destruirá un asteroide, como Apophis (Angel, please !!! es un tema perfecto para el horizonte 2056)

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