"Hacia el año 2040, la selección de embriones podría sustituir al sexo como la forma más utilizada para concebir niños". No lo digo yo. Lo dice Jamie Metzl, Senior Fellow for Technology and National Security de The Atlantic Council, un "think tank" especializado en asuntos internacionales. El artículo, publicado originalmente el 6 de Mayo en Quartz (www.qz.com) plantea una reflexión interesante sobre la evolución previsible de las técnicas de Fecundación in Vitro (IVF - In Vitro Fertilization en inglés) y sus repercusiones científicas, morales y sociales.
En Julio de 2018, en apenas dos años, cumplirá 40 Louise Brown (Oldham General Hospital, 25 de Julio de 1978), el primer ser humano ("bebé probeta" fue el término más utilizado en castellano), concebido mediante técnicas artificiales. En realidad, se realizó la fecundación de un óvulo de la madre con esperma del padre en una cápsula de Petri, y se implantó a continuación el embrión en el útero de la madre original. Los artífices de lo que entonces muchas veces se calificó de "milagro" fueron los doctores ingleses Patrick Steptoe y Robert Edwards, galardonado este último en 2010 (¡32 años después!) con el Premio Nobel de Medicina por aquellos descubrimientos (como Steptoe murió en 1988 y el Premio Nobel sólo se da a los vivos, se quedó sin premio...).