viernes, 20 de febrero de 2015

Auge y caída de los "emilios" (y de más cosas)

Imagen de la pantalla de Lotus Notes (circa 1995)
Recuerdo cuando en la primavera de 1993 volví a Madrid, que una de las primeras "novedades" fue que mi amigo Ignacio me incorporó al "piloto de Lotus Notes" de la oficina. Creo que éramos unas 100 personas en toda España, no sé cuántas a nivel internacional, pero me imagino que un porcentaje pequeño en una empresa que por entonces ya contaba con más de 80.000 empleados. Lotus Notes era un programa de Lotus Development Corporation (adquirida por IBM en 1995) que destacaba como herramienta de colaboración (para compartir bases de datos, crear comunidades de práctica, foros de discusión, etc...) y como correo electrónico. En esos momentos comenzaba el despegue del email a nivel empresarial (unido, claro está, a la generalización del uso del ordenador personal), que luego fue también llegando al ámbito doméstico.
 
Sobres de "correo interno"
Porque anteriormente, al menos en mi empresa, toda la comunicación escrita se basaba en: papel (intraoffice e interoffice memos), correo ordinario, mensajero (envíos locales), valija (envíos entre oficinas) y fax.
 
Veintipocos años después, la firma de investigación digital Radicati Group (www.radicati.com) estima que diariamente se envían más de 120.000.000.000 de correos electrónicos desde las más de 4.000 millones de cuentas activas. Y, sin embargo, son muchas las voces que proclaman que "el email ha muerto". O, un poco más matizado, que quizá ya hemos visto su punto álgido y que, dentro de otros veinte años, será una herramienta residual (como, por ejemplo, lo es hoy en día el fax).
 
Hay dos razones principales para apoyar esta tesis: Una, y todos somos "sufridores" del problema, es la cantidad de morralla que se difunde a través del mail. Otra firma de análisis, Secure List (www.securelist.com), estima que casi el 70% de todos los correos que se reciben son "spam" (el que quiera conocer la curiosa historia de dónde procede el uso del término spam en informática y qué tiene que ver con Monty Python, lo puede leer aquí). Por lo que, como la tendencia siga al alza, habrá cada vez más usuarios que "tiren la toalla" ante el ímprobo esfuerzo de separar cada día el grano de la paja.
 
Y una segunda, que puede ser la que le dé la puntilla definitiva, es el uso cada vez más dominante por  los jóvenes (y no tan jóvenes, añado) de las herramientas de mensajería instantánea (Twitter, Viber, Instagram, WhatsApp,...) que sustituyen en gran medida muchas de las funcionalidades que da el email.
 
Y, a nivel empresarial, también han surgido nuevas herramientas para trabajar en equipo, que no implican compartir tropecientos correos con attachments incluidos y cc/cco al sursuncorda. Tipo Asana (www.asana.com) cuyo mensaje es claro: "Teamwork without email". Donde el énfasis está en organizar el flujo de trabajo, no tanto el de personas, y usar la nube como repositorio común de la información.
 
"O tempora, o mores", podríamos decir. Y, si se cumplen las tendencias, el correo electrónico pasará a formar parte de ese "panteón" de herramientas y objetos de oficina que en su día parecían imprescindibles y que tiempo después nadie echaba en falta. ¿Hacemos una lista?:
 
   - El calendario Myrga (aunque alguno se sigue viendo, supongo que por pura inercia o por razones nostálgicas).
   - El tarjetero (tesoro celosamente guardado por la secretaria, superado hoy en día por aplicaciones tipo WorldCard Mobile).
   - El tippex (de cuando los informes se mecanografiaban y no había bolas IBM correctoras).
   - La plantilla IBM para dibujar flujogramas (objeto muy apreciado por los coleccionistas).
  - El diskette ó floppy disk (superado en capacidad de almacenamiento por cualquier pendrive promocional).
Plantilla IBM
   - El clipping (extracto de noticias fotocopiadas; alguien calculó que el volumen mensual llegó a superar en algún momento la altura de la Torre Picasso).
   - El proyector de diapositivas (siempre propenso a atascarse en medio de una presentación importante).
   - Las transparencias de acetato (o "slides" que decían los finos).
   - El télex (antecesor del fax; requería de un operador experto en el manejo de las cintas microperforadas).
   - El propio fax (relegado hoy día a un papel marginal).
  - El Lotus 1-2-3, el VisiCalc, el Symphony, el WordPerfect, el Execuvision, el Storyboard, y tantos otros pioneros del Office.
   - El cenicero (siempre estaremos agradecidos a la entonces ministra Salgado por conseguir unas oficinas libres de humos).
   - ¿Alguna más?
 
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Mi agradecimiento a mi amigo Pedro R., que, una vez más, me puso en la pista de un tema interesante a investigar, a raíz del artículo de Daniel Méndez aparecido en el XL Semanal del 1 de Febrero: ¿El correo electrónico ha muerto?.

Releyendo el post, creo que me ha salido poco futurista, y más bien un tanto nostálgico... Pues, "from lost to the river"... aquí copio el anuncio en español de la película de 1998 You´ve got mail ("Tienes un e-m@il") con unos  Meg Ryan y Tom Hanks en la flor de la vida...

 
 

4 comentarios:

  1. Como no nos demos prisa nos alcanza el progreso

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  2. Doy fe de que que hay profesores en la Universidad, que aún van a clase con sus acetatos, para el proyector de transparencias.... Claro, que tienen en sus despachos calendarios Myrga. Carlos dosabrazos

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  3. Sí, sí, doy fe yo también... de los acetatos y de los Myrga. Ambas cosas me alucinan. El Myrga está todavía muy arraigado en ayuntamientos y otros organismos públicos, no solo en la universidad.

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  4. Hay una serie de aspectos psicológicos por la que el email seguirá siendo una herramienta imprescindible.
    Se puede inventar algo nuevo, por supuesto. Pero hasta entonces, ninguna de las herramientas actuales la va a sustituir.
    Si vemos lo que dicen en http://www.radicati.com , el email seguirá creciendo.
    Y según mi empresa, http://www.interbel.es sólo hace falta hacer un mejor uso de él para hacerlo más productivo.

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