viernes, 6 de mayo de 2016

La chavala que ha captado la atención de Bill Clinton

Anya Pogharian
Malpensados/as. Que no va por ahí la cosa. Porque, aunque William Jefferson Clinton (Hope, Arkansas, Agosto 1946) está en una edad interesante, bastante tiene con seguir y apoyar a Hillary en la que se anticipa como una carrera electoral electrizante (sobre todo si enfrente tiene al "energúmeno" de Trump).

No, la chavala en cuestión es Anya Pogharian (Montréal, 1997), que estudia en el Marianopolis College de su ciudad natal. Según ella misma cuenta, siempre le han interesado la medicina y la salud, y en  sus años de "high school" participó en actividades extracurriculares relacionadas con esos temas. Pasó dos veranos como voluntaria en el Hospital General de Montréal. Entre sus variadas experiencias, estuvo un tiempo asignada a la unidad de diálisis. Allí vio de primera mano el laborioso proceso por el que tienen que pasar, varias veces a la semana, los enfermos de riñón para depurar su sangre. Y supo que cada máquina de diálisis costaba unos $30.000.


Orgullosa con su prototipo
Con la audacia que da la juventud, de vuelta al colegio y en su tiempo libre, se puso a pensar en un proceso de diálisis alternativo. Con un coste asumible. Y, ya puestos, que fuera portátil, para que fuera posible llevar el tratamiento a personas o zonas que no tienen fácil acceso a los hospitales. Construyó un prototipo y su colegio lo seleccionó para presentarlo en la Feria Regional de Expo-Ciencia. De ahí pasó a la Feria Provincial; de ahí a la Nacional... 

Con el segundo prototipo, qué costó unos $500 (no, no me falta ningún cero), el laboratorio Héma-Québec aceptó realizar una prueba. "Esperábamos tener en funcionamiento el sistema unas dos horas y media, pero a los 25 minutos el nivel de potasio del paciente ya estaba donde queríamos que estuviera". 

Anya con Clinton
Y aquí entra en escena Bill, bueno la Fundación Clinton, que, como promotora de la "Health Matters Initiative - Activation Summit", contó con Anya como ponente en su cita anual, celebrada en Indian Wells (California), en enero pasado. Allí la inventora canadiense reivindicó que el sistema educativo tenía que facilitar y canalizar la capacidad creativa y el entusiasmo de los jóvenes para llevar a cabo sus ideas "revolucionarias", compatibilizando el tiempo de estudio con el trabajo en proyectos. ¡¡¡Oído, Ministerio!!!.

Paréntesis de contexto: Según la National Kidney Foundation (www.kidney.org) , hay unos 26 millones de adultos americanos con CKD (Chronic Kidney Disease) y muchos no lo saben. Las causas principales de este deterioro de la función renal son la presión sanguínea alta y la diabetes. Hay 661.000 americanos diagnosticados de fallo renal; de ellos 468.000 están en tratamiento de diálisis y 193.000 viven con un riñón trasplantado. La lista de espera en USA para un trasplante de riñón es de 100.000 enfermos; sólo unos 17.000 lo reciben cada año, lo cual implica que cada día hay 13 personas que mueren esperando un riñón.

Paciente en diálisis
En España, la iniciativa privada  contra estas enfermedades la lleva la Federación Nacional de Asociaciones para la Lucha Contra las Enfermedades del Riñón (ALCER : www.alcer.org ). Aquí hay 342 unidades de diálisis distribuidas por todo el territorio nacional y la lista de espera de un riñón es de unos 3.500 pacientes. De ellos, se calcula que el 85% lo recibirán en este mismo año, gracias al alto nivel de donaciones y a la excelente eficacia de la Organización Nacional de Trasplantes, dirigida por el Dr. Rafael Matesanz. Cierro paréntesis. 

Sobre cómo funciona el sistema de diálisis de Anya, lo podéis ver perfectamente explicado por ella misma en este vídeo. El sistema ya tiene un nombre, Dialysave. Al tratarse de un equipo médico catalogado como de clase-3 (en el sistema americano), el proceso formal de desarrollo y aprobación es largo y complejo. Por eso Anya está buscando un equipo de científicos y de "business partners" que le acompañen en el viaje. Ánimos no le faltan. Mientras tanto, y al mismo tiempo, prepara sus exámenes finales de su primer año en la Facultad de Health Sciences. Un encanto de chavala.

**********************************

Creo que es oportuno rescatar aquí la historia de Jack Andraka, otro inventor precoz, cuya propuesta para detectar con más antelación el cáncer de páncreas se contaba en el post "Ojalá que el chaval haya acertado", en febrero de 2013. He leído que Jack ahora está en su primer año en la Universidad de Stanford (California). Buen sitio para estar a los 19 años. 

4 comentarios:

  1. Tanbién hay iniciativas más cercanas:

    http://www.biohope.es/company

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por la referencia; no conocía Biohope y tanto su campo de actuación como sus objetivos son muy interesantes. Y en Tres Cantos. Todo el área de la inmunoterapia está teniendo un desarrollo que merece la pena seguir.

      Eliminar
  2. Estupendo post Ángel, la verdad es que el día que la industria farmacéutica dio con el chollo de las enfermedades crónicas... En fin, afortunadamente hay talento de sobra para avanzar en la buena dirección.
    Un abrazo, Laura

    ResponderEliminar
  3. Sí, de acuerdo con Laura... cronificar enfermedades es el gran negocio de las farmacéuticas. Y a veces me da el pálpito de que preservan su negocio a base de alguna zancadilla a avances sanadores. Es algo intuitivo y carezco de pruebas que lo avalen.

    El futuro, en este campo y en otros tantos, sería muy diferente si, como reivindica Anya Pogharian, el sistema educativo facilitara y canalizara la capacidad creativa y el entusiasmo de los jóvenes, compatibilizando el tiempo de estudio con el trabajo en proyectos. Desde la primaria hasta la universidad. No podría estar más de acuerdo con ella.

    ResponderEliminar