viernes, 31 de agosto de 2012

El final del vil metal (y el del papel moneda también)

Mi amigo y seguidor Telmo me propuso antes del verano que dedicara una entrada del blog a hacer un pronóstico / proyección sobre el futuro del euro. El tema me pareció interesante, pero complicado y arriesgado. Sobre todo porque creo que, lo que tenga que ser, será en el término de pocos meses, quizá un par de años, y este blog es de más largo plazo. Y porque, para polémicas, ya está Krugman.

Money Money
Pero la sugerencia me ha dado pie para indagar un poco en la evolución que está teniendo el uso del dinero, de los distintos medios de pago en términos más amplios. Y a partir de algunos datos, sacar algunas tendencias, no sé si conclusiones.

Por ejemplo, con datos de EE.UU., que siempre tienen estadísticas para todo:

- El % de dólares gastados que se pagaron con dinero en efectivo ó cheques bajó del 85% al 39% en el período 1990-2010.
Donde acaba la mayoría
- Producir y distribuir una moneda de 1 centavo cuesta 2,41centavos (¿¿??). Aun así, en 2011 se fabricaron 4.939 millones de unidades (total para acabar en el fondo de las fuentes o en botes de monedas que todos guardamos en casa, sin ninguna utilidad).

- La vida media de una moneda son 25 años.

- Producir y distribuir un billete de $1 cuesta 6,40 centavos. En 2011 se imprimieron diariamente 16,7 millones de billetes de $1. Pero su vida media son 18-22 meses.

- En Europa, el reparto de transacciones según el modo de pago es, aproximadamente: 58% en efectivo; 25% con tarjeta de débito y 8% con tarjeta de crédito. Aunque la variación por país es muy alta: En Francia se usa, comparativamente, mucho más la tarjeta de débito, en Alemania el efectivo y en España la tarjeta de crédito.

- Un argumento que las marcas emisoras de tarjetas recalcan en su promoción institucional es la correlación inversa entre el uso de las tarjetas como medio de pago y el nivel de economía sumergida de un país determinado (a mayor uso de tarjetas, menor % de economía sumergida, y viceversa). Tema importante, cuando se estima que a nivel mundial la economía sumergida puede llegar a representar unos 2 trillones de euros, y, en algunos países, representar hasta el 40% de su PIB.

Iniciativas interesantes que marcan ciertas tendencias:

- En 2012 la Canadian Royal Mint anuncia que ya no producirá monedas de 1 centavo (pennies). Se suma así a una serie de países que han decidido prescindir de los céntimos en sus transacciones, redondeando a 0 ó a 5 el resultado de las cuentas (incluso dentro del euro así lo hacen en Finlandia, dejando las monedas de 1 y 2 céntimos para los coleccionistas).

Billetes de "plástico" de Canadá
- Billetes de polímero (plástico): Desde que se emitieron por primera vez en Australia en 1988, su uso se ha extendido a casi 40 países: Chile, México, Nicaragua, Vietnam, entre otros. Nuevamente Canadá adopta un papel tractor importante: ya ha sacado los de $100 y $50, y seguirá en breve con los de menor valor facial. Sus ventajas son básicamente dos: mayor dificultad de falsificación y mayor duración (de 2,5 hasta 4 veces más que los de pepel moneda). También cuestan el doble de producir.

Pero la verdadera innovación, que quizá llegue a ser disruptiva en el sentido de que, en un par de décadas, reduzca el uso de monedas y billetes a un papel marginal en el volumen mundial de transacciones, es el pago directo e inalámbrico a través de dispositivos portátiles, que hoy son los "smartphones" (cada vez menos "phones" y más "smart"), y, en el futuro, vaya Ud. a saber; quizá un implante subcutáneo menos doloroso que una vacuna.

Square Card Reader
Una empresa pionera en este tipo de aplicación es Square (www.squareup.com). Empezó popularizando el Square Card Reader, un conector muy sencillo por el que cualquier iPad/tablet se puede convertir en un terminal lector de tarjetas (simplificando la vida a muchos pequeños comercios / profesionales autónomos).


Pero su aplicación "estrella" ahora mismo es el "Pay with Square". Funciona así:

Pay with Square

- Me descargo en el iPhone (o similar) la app correspondiente
- Informo de mi cuenta o tarjeta de cargo
- Cuando la activo, me permite localizar comercios cercanos que admiten este modo de pago
- Al entrar en el comercio abro una "lista de compra" (tab) y voy cargando las compras que realizo
- Cuando he teminado, paso por "caja". En realidad, allí lo que hacen es comprobar que he cargado todo lo que me llevo y confirmar mi identidad. El teléfono no sale de mi bolsillo. El cargo de la compra se realiza de forma automática y sin contacto.
Pensemos no sólo en supermercados o tiendas, sino también en bares, restaurantes, kioskos, taxis, máquinas de vending,... que es donde todavía se usa con frecuencia el dinero en efectivo.

Terminal basado en NFC
Pero claro, los pesos pesados de la "industria" no quieren dejar escapar el negocio sin plantar batalla. Tanto los emisores de tarjetas (VISA, American Express, MasterCard,...) como los fabricantes de terminales punto de venta (NCR, VeriFone,...), cadenas de retail (Starbucks, Wal-Mart,...), grandes operadoras telefónicas (ATT, T-Mobile, Verizon,...), empresas que están en todo (Google, Microsoft, Apple, Facebook,..) y otros expertos en pago on-line (PayPal,..) están siendo muy activos a la hora de proponer también soluciones de pago a través de dispositivos móviles. Como sucedió hace años con los reproductores de vídeo (la batalla entre sistemas Beta y VHS), parece que nos enfrentamos a una dura batalla por decidir cuál será la tecnología estandar para este tipo de transacciones inalámbricas. La tecnología "Near Field Communication" (NFC) cuenta con el apoyo de varios fabricantes de "smartphones", pero no de Apple.

Tardará más o menos, pero la tendencia es clara. La "e-wallet" (monedero / billetero electrónico) se acabará imponiendo y las monedas y billetes irán desapareciendo de la circulación. Pero siempre habrá coleccionistas que disfrutaremos volviendo a ver el billete de 100 pesetas de Julio Romero de Torres, el de 500 de Zuloaga, o el de 1000 de los Reyes Católicos (quizá porque fueron los primeros billetes que vimos en la infancia). Y que iremos a la Plaza Mayor de aquí o de allí para ir completando la colección. Eso sí, pagando las compras con el "e-wallet".


Billete de 10.000 pesetas, el último emitido, en Octubre de 1992
P.S.: 2 Noticias recientes que tratan de esta tendencia:
1) El 8 de Agosto se anunció que Starbucks y Square han firmado un contrato por el que la cadena de tiendas admitirá el pago con la aplicación de Square en sus más de 7.000 establecimientos a partir de este otoño. Además, Starbucks invierte $25 millones en la empresa de tecnología móvil y Howard Schulz pasa a formar parte de su Consejo de Administración. O sea, que la cosa va en serio.

2) El 16 de agosto se anunció la formación del Merchant Customer Exchange (MCX), un nuevo grupo promotor de un estándar de e-wallet, del que forman parte más de una docena de grandes retailers:  Wal-Mart, Target, Best Buy, 7-Eleven, Sears,... Con unas ventas anuales del grupo de empresas de $1 trillion, tiene pinta de tener la entidad necesaria para marcar ese estándar.




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