La primera aventura de Tintín (1930) |
Noticia que he combinado con un reportaje un poco más reciente, del 24 de Noviembre, aparecido en el suplemento dominical XL Semanal, de la cadena Vocento:
(http://www.abc.es/ciencia/20131125/abci-seis-predicciones-para-2050-201311251009_1.html ) titulado "El Mundo en 2050", donde se recogen las opiniones de 6 "visionarios" sobre lo que nos depara el futuro, y he tratado de imaginarme qué mundo se encontrarán Tintín y sus compañeros de aventuras en ese futuro lejano.
(http://www.abc.es/ciencia/20131125/abci-seis-predicciones-para-2050-201311251009_1.html ) titulado "El Mundo en 2050", donde se recogen las opiniones de 6 "visionarios" sobre lo que nos depara el futuro, y he tratado de imaginarme qué mundo se encontrarán Tintín y sus compañeros de aventuras en ese futuro lejano.
Pero antes de meternos en ese juego proyectivo, me llama la atención que cuando Fanny Vlamynck, viuda de Hergé, a la pregunta de sobre qué puede ir la nueva aventura de Tintín responde "Tenemos 40 años para pensarlo", y es verdad, ¿habrá hecho la cuenta de que, para esa fecha, ella celebraría su 118 cumpleaños? ¿Ferviente partidaria del transhumanismo? Tal vez.
¿Y en qué formato se "publicará" esa nueva aventura? ¿En papel? Lo dudo; si acaso, edición muy limitada y carísima para coleccionistas empedernidos. ¿En e-book? No creo que aguanten más de 10 años en su aspecto actual. ¿En artilugios "wearables", tipo Google Glass? Es posible. O, como avanza Evan Henshaw-Plath, co-fundador de Twitter, nos descargaremos directamente el "libro" en el cerebro (y, una vez descargado, ¿cómo se "leerá"?).
¿Y de qué podría ir la nueva aventura?
Si en Objetivo la Luna (1953) y Aterrizaje en la Luna (1954) Hergé se adelantó en más de 15 años a la llegada real del primer hombre a la Luna, quizá se podría recrear una misión parecida, teniendo esta vez a Marte, o a alguno de los grandes satélites de Júpiter (Europa) o Saturno (Titán) como objetivo. Para 2052 es probable que ya haya algún tipo de colonia humana en Marte, por lo que la aventura no podría tener sólo un carácter de exploración espacial, sino que quizá combinaría con alguna trama policíaca o conspiratoria a la que tan aficionado era Hergé.
¿Habrá tensiones territoriales como las reflejadas en El cetro de Ottokar (1939), donde el traidor Müstler (Mussolini+Hitler) quiere que Borduria se anexione a la pequeña Syldavia (todo el mundo entendía que aquí Hergé se refería a Austria) y para ello no duda en establecer un complot para robar el cetro y, con ello, hacer desaparecer la monarquía, principal obstáculo para la anexión? Pues seguro que sí. Y posiblemente no sea en Europa donde estas tensiones sean más virulentas en esas fechas (confiemos en que, en un sentido o en otro, las Scotlands, Catalunyas, Valonias, Padanias y demás "cuestiones pendientes" europeas se habrán resuelto antes de 20 años), sino en las potencias económicas de esos momentos (básicamente asiáticas) y las nuevas economías emergentes (africanas, esperemos).
También Tintín y sus amigos manifiestan cierta querencia por meterse en líos a costa de los diamantes (Tintín en el Congo (1931)), los tesoros escondidos (El secreto del Unicornio (1943), El tesoro de Rackham el Rojo (1944)), el petróleo (Tintín en el país del oro negro (1950)) etc... ¿Cuáles serán las "joyas" más buscadas en 2052? ¿Habrá una nueva fiebre parecida a la que se produjo con el coltán en la zona del Congo a finales del siglo pasado? ¿Qué materiales "raros" usarán los artilugios de 2050? ¿Serán naturales de la Tierra, extraídos de asteroides o producidos artificialmente en un laboratorio? Pienso que, probablemente, será esto último.
A lo que no dedicó mucho tiempo Tintín en sus andanzas fue a los avances de la medicina. Y este sí que podría ser un tema central de su nueva aventura. En un mundo donde la nanotecnología, la genética, las células madre, la biotecnología, etc... nos sorprenden casi cada semana con nuevos descubrimientos, es muy probable que la sociedad de mediados de siglo haya evolucionado de tal forma que dé pie a un jugoso argumento. "Tendremos nanorrobots que repararán nuestras células desde el interior de nuestro organismo", apunta Andy Miah, Director del Instituto de Futuros Creativos de Escocia.
¿Y qué habrá sido de los compañeros de Tintín?
¿Habrá evolucionado Milú hacia un cyborg aún más inteligente que el fiel fox-terrier?
¿Serán los simpáticos Hernández y Fernández (Dupond et Dupont en el original) dos avezados analistas especializados en Big Data y en "anticipación del crimen", tipo Minority Report?
¿Y el Capitán Archibaldo Haddock? ¿Seguirá dándole al Loch Lomond y gritando "troglodita" y "ectoplasma" en sus accesos de ira? Todo parece indicar que sí; y además, que el tráfico marítimo de mercancías, a pesar de todos los avances en comunicación virtual, seguirá en aumento (como ya dijo algún preclaro analista: "es muy difícil mover jamones a través de la Red").
Al que seguro que le habrá llegado ya el momento de la jubilación es al siempre despistado Profesor Silvestre Tornasol, probablemente sustituido por ese computador que predice Steve Wozniak, cofundador de Apple, que "será tu mejor amigo. Hablarás con él. Te mirará a la cara y sabrá reconocer tu estado de ánimo. Conocerá tu alma y tu corazón mejor que nada ni nadie". Asusta un poco, la verdad.
Bueno, solo nos queda esperar a 2052 y ver...
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Doy las gracias a mi amigo Pedro Roy, que me alertó sobre el curioso plan de los herederos de Hergé y también sobre el artículo del XL Semanal.
¿Y de qué podría ir la nueva aventura?
Si en Objetivo la Luna (1953) y Aterrizaje en la Luna (1954) Hergé se adelantó en más de 15 años a la llegada real del primer hombre a la Luna, quizá se podría recrear una misión parecida, teniendo esta vez a Marte, o a alguno de los grandes satélites de Júpiter (Europa) o Saturno (Titán) como objetivo. Para 2052 es probable que ya haya algún tipo de colonia humana en Marte, por lo que la aventura no podría tener sólo un carácter de exploración espacial, sino que quizá combinaría con alguna trama policíaca o conspiratoria a la que tan aficionado era Hergé.
¿Habrá tensiones territoriales como las reflejadas en El cetro de Ottokar (1939), donde el traidor Müstler (Mussolini+Hitler) quiere que Borduria se anexione a la pequeña Syldavia (todo el mundo entendía que aquí Hergé se refería a Austria) y para ello no duda en establecer un complot para robar el cetro y, con ello, hacer desaparecer la monarquía, principal obstáculo para la anexión? Pues seguro que sí. Y posiblemente no sea en Europa donde estas tensiones sean más virulentas en esas fechas (confiemos en que, en un sentido o en otro, las Scotlands, Catalunyas, Valonias, Padanias y demás "cuestiones pendientes" europeas se habrán resuelto antes de 20 años), sino en las potencias económicas de esos momentos (básicamente asiáticas) y las nuevas economías emergentes (africanas, esperemos).
También Tintín y sus amigos manifiestan cierta querencia por meterse en líos a costa de los diamantes (Tintín en el Congo (1931)), los tesoros escondidos (El secreto del Unicornio (1943), El tesoro de Rackham el Rojo (1944)), el petróleo (Tintín en el país del oro negro (1950)) etc... ¿Cuáles serán las "joyas" más buscadas en 2052? ¿Habrá una nueva fiebre parecida a la que se produjo con el coltán en la zona del Congo a finales del siglo pasado? ¿Qué materiales "raros" usarán los artilugios de 2050? ¿Serán naturales de la Tierra, extraídos de asteroides o producidos artificialmente en un laboratorio? Pienso que, probablemente, será esto último.
A lo que no dedicó mucho tiempo Tintín en sus andanzas fue a los avances de la medicina. Y este sí que podría ser un tema central de su nueva aventura. En un mundo donde la nanotecnología, la genética, las células madre, la biotecnología, etc... nos sorprenden casi cada semana con nuevos descubrimientos, es muy probable que la sociedad de mediados de siglo haya evolucionado de tal forma que dé pie a un jugoso argumento. "Tendremos nanorrobots que repararán nuestras células desde el interior de nuestro organismo", apunta Andy Miah, Director del Instituto de Futuros Creativos de Escocia.
¿Y qué habrá sido de los compañeros de Tintín?
¿El nuevo Milú? |
¿Serán los simpáticos Hernández y Fernández (Dupond et Dupont en el original) dos avezados analistas especializados en Big Data y en "anticipación del crimen", tipo Minority Report?
¿Y el Capitán Archibaldo Haddock? ¿Seguirá dándole al Loch Lomond y gritando "troglodita" y "ectoplasma" en sus accesos de ira? Todo parece indicar que sí; y además, que el tráfico marítimo de mercancías, a pesar de todos los avances en comunicación virtual, seguirá en aumento (como ya dijo algún preclaro analista: "es muy difícil mover jamones a través de la Red").
Al que seguro que le habrá llegado ya el momento de la jubilación es al siempre despistado Profesor Silvestre Tornasol, probablemente sustituido por ese computador que predice Steve Wozniak, cofundador de Apple, que "será tu mejor amigo. Hablarás con él. Te mirará a la cara y sabrá reconocer tu estado de ánimo. Conocerá tu alma y tu corazón mejor que nada ni nadie". Asusta un poco, la verdad.
Bueno, solo nos queda esperar a 2052 y ver...
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Doy las gracias a mi amigo Pedro Roy, que me alertó sobre el curioso plan de los herederos de Hergé y también sobre el artículo del XL Semanal.
Yo también fuí un apasionado lector de Tintín. Conservo la colección completa, desgastada de tantas lecturas, pero en un lugar preferente de mis anaqueles. Pienso que a Hergé el premio Nobel se le queda pequeño. De hecho, el reconocimiento mundial de su obra no tiene parangón.
ResponderEliminarAparte del ingenio, creatividad, sentido del humor, documentación, posicionamiento ético me llama la atención su capacidad para producir ficciones verosímiles, un poco como Julio Verne o G. Wells.
De cara a 2052, no creo que estemos mucho mas allá de donde estamos ahora. El tiempo pasa volando. Quizá hayamos enviado un pepino carísimo a Marte pero no creo que nos pongamos a colonizarlo antes de unos cuantos siglos. Antes de colonizar un planeta queda mucha tierra por aprovechar (p.ej.: Los Monegros).
Sin embargo no puedo concebir la lectura de Tintín en un formato diferente al de los cuadernos de tapa dura.
Sobre la ética de Hergé: http://www.vanitatis.com/noticias/2011/10/30/las-inspiraciones-de-herge-para-crear-a-tintin-el-nazismo-y-la-xenofobia-16350
ResponderEliminarDicho lo cual, creo que Tintin es una cumbre del comic/tebeo/BD
¡Feliz 2014! Mis mejores deseos para tod@s los lector@s de este blog y para Ángel, que tan buenos momentos nos regala con sus estupendos post, que nos hacen pensar, sonreír y "proyectarnos" al futuro. Bueno, ya falta menos para 2050. Algunas de las predicciones de aquí a entonces me dan un poco de repelús, o intranquilidad, como la de Steve Wozniak, que dice que nuestro mejor amigo será un ordenador... ufff, qué penita de humanidad. Y luego, hay otras de las que me atrevo a pronosticar que no se cumplirán, como la de Facebook. Facebook no existirá en 2050, será cosa del pasado. ¿Que de todas formas sabrán qué estamos pensando? Claro, siempre que nos dejemos.
ResponderEliminarA lo que me apuntaba ya mismo es a vivir hasta el final sin que las capacidades físicas y psíquicas se vean alteradas (tendría sus consecuencias, sin duda, pero así, sin pensar, ahora mismo me apuntaba).
Muchas gracias Charo, y Feliz Año 2014 para tod@s l@s lector@s del blog. Además del reto y la satisfacción personal que supone el preparar los artículos, es todo un lujo contar con un plantel tan cualificado y fiel de seguidores. Cuando alguno de vosotros me dice que también tengo a su hijo/a como seguidor, ya es el no va más...
EliminarPara este nuevo año, ya tengo algunos posts en cartera; la semana que viene reanudamos la publicación. "Permanezcan atentos a sus bandejas de entrada..."