viernes, 21 de febrero de 2014

Igualdad de oportunidades para los niños sordos



El complejo sistema auditivo humano
Es un hecho histórico conocido que, en el siglo XX, hubo un segoviano que pudo reinar. De no haber sido sordo. Efectivamente, Jaime Leopoldo Isabelino Enrique Alejandro Alberto Alfonso Víctor Acacio Pedro Pablo María de Borbón y Battenberg , Don Jaime para los amigos. Nacido en la Granja de San Ildefonso (Segovia) el 23 de Junio de 1908. Segundo hijo de Alfonso XIII. Se quedó sordo a los 4 años tras una intervención quirúrgica por una doble mastoiditis (infección del hueso mastoideo, generalmente derivada de una infección del oído medio). Y fue obligado por su padre a renunciar a sus derechos dinásticos en 1933, tras haber hecho lo propio su hermano mayor, Alfonso, para casarse con una "plebeya" (otros tiempos). De esta forma, la jefatura de la Casa Real española pasó a Juan, el tercero de los hermanos. El resto ya es conocido.

Si traigo hoy a colación la historia del Infante Don Jaime es porque puede que, en pocos años, veamos avances significativos en el tratamiento de las "personas sordas" (así es como les gusta que les llamen; nada de "sordomudos" o de "discapacitados auditivos"). Especialmente en lo referente a los implantes cocleares.
 
Un implante coclear es un dispositivo electrónico que capta sonidos, los procesa y, a través de un transmisor y por medio de hasta 22 electrodos, los envía a los nervios que se encuentran en la cóclea (también llamado caracol, núcleo central del sistema auditivo humano) y de ahí al cerebro. Se reconoce a los cirujanos franco-argelinos André Djourno y Charles Eyriès la primera intervención de este estilo, realizada en París el 25 de febrero de 1957. De ahí que el 25 de febrero de cada año se celebre el Día Internacional del Implante Coclear. El primer implante en España se realizó en 1985.
 
Existe una Federación de Asociaciones de Implantados Cocleares de España (www.implantecoclear.org). A nivel mundial se estima que hay cerca de 250.000 implantados; unos 8.000 en España. Es una solución muy buena, especialmente en los casos de hipoacusia profunda o de sordera total. Sólo tiene 2 inconvenientes. El primero, su elevado coste. Unos 8.000 € el equipo básico + Accesorios + Mantenimiento (En USA se estima el coste total, incluidas intervenciones, en unos $40.000). Precisamente, el principal "caballo de batalla" de la Federación citada es que el mantenimiento postimplante sea reconocido como prestación dentro del catálogo del Sistema Nacional de Salud (hoy no lo está, y, dado el contexto económico, no tiene visos de estarlo, al menos a corto plazo).
 

Se nota
El segundo inconveniente es que el implante coclear actual tiene dos partes, la interna (que se coloca mediante intervención quirúrgica con anestesia general) y la externa (básicamente el micrófono y el procesador de sonidos). Y estos elementos son delicados, por lo que hay que quitárselos cada vez que la persona sorda quiere ducharse o darse un chapuzón en el mar. Y se ven. O sea que todo el mundo te identifica como persona sorda. Lo cual, en principio, no es ni bueno ni malo. Pero que en niños, como todo lo que es hacerte sentir diferente, puede tener implicaciones de carácter psicológico y conductual.
 
En este vídeo se puede ver cómo funciona y los componentes de un implante coclear:
 
Y aquí es donde aparece la innovación. Marcus Yip, que trabaja en el Laboratorio de Tecnologías de Microsistemas del M.I.T., junto con médicos de la Harvard Medical School y del Hospital del Ojo y el Oído de Massachusetts, acaba de anunciar el desarrollo de un microchip procesador de sonidos que requiere una baja potencia y que, si todo va bien, podría eliminar la necesidad de la parte externa de los implantes cocleares.


El nuevo microchip - Fuente: M. Yip

El chip usa el micrófono natural del oído medio: un sensor piezoeléctrico implantado allí le envía la señal generada en los "huesecillos" y el chip a su vez la transforma en impulsos eléctricos y la transmite a la cóclea vía electrodos. Se recarga de forma inalámbrica; cada recarga dura unas ocho horas. Está en desarrollo un cargador que se conecta a cualquier "smartphone" y que realizará la carga en unos dos minutos. Si la cirugía actual se realiza en una hora y media, con el nuevo procedimiento será un poco más compleja, de unas tres o cuatro horas. Pero no creo que a ninguna persona sorda le importe.
 
Ojalá que esta innovación funcione. Y que nuevos desarrollos permitan hacer cada vez más asequibles los costes de intervención y mantenimiento. Para que todos los niños nacidos con sordera profunda puedan desarrollar su máximo potencial. Y llegar a reinar si fuera el caso.

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En YouTube se pueden encontrar muchos vídeos con experiencias de personas sordas que han recibido un implante coclear. Algunos son especialmente emotivos, como éste de una chica de 29 años que oye su voz por primera vez:
http://www.youtube.com/watch?v=LsOo3jzkhYA.
En éste se ven los testimonios de distintos niños (desde 2 meses a 12 años de edad) y con diferentes causas y niveles de sordera inicial:
http://www.youtube.com/watch?v=v1TA_AbhqA8

Leyendo cosas sobre personas sordas, he dado con la siguiente historia: Parece que entre las tribus nativas que habitaban la isla de Manhattan se daba un porcentaje alto de personas sordas de nacimiento (estudios recientes han atribuido este hecho a un gen dominante que causaba esta diferencia). Pues bien, cuando los europeos entablaron contacto con ellos, vieron que los indios habían desarrollado un lenguaje de señas con el que todos ellos se podían entender perfectamente. Seguro que todos recordamos cómo, en las películas de indios y vaqueros, los exploradores indios se entendían en silencio utilizando este tipo de lenguaje. Ficción construida sobre una realidad histórica.
 

1 comentario:

  1. Muy bonito e interesante este post. Es curioso, pero no es fácil pasar de una vida sin sonidos a una vida con ellos a través de un implante coclear. De hecho, a los niños y jóvenes a los que se puede hacer un implante coclear, les evalúa previamente un psicólogo. Tienen que estar muy motivados, porque después del implante, tendrán que aprender a utilizar el dispositivo y, algo importante, aprender a oír, a procesar los sonidos. Hay quien reuniendo todos los requisitos físicos para un implante coclear, se niega. No obstante, yo soy muy optimista y creo que es cuestión de no mucho tiempo que se sofistique y perfeccione la tecnología que permita oír a quien nace sordo o pierde la audición a lo largo de su vida y ver a quien nace ciego o pierde la vista.

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