Los días 23 a 25 del próximo mes de Abril se celebra en San Francisco el congreso anual del "Smart Fabrics and Wearable Technology". Aunque cada vez la segunda parte, las tecnologías "ponibles", tiene más peso en la agenda (todo lo que tiene que ver con gafas Google, pulseras que controlan tus parámetros a la hora de hacer running, GPS y avisador de emergencias integrado con tu casco de moto, etc...), hoy quiero detenerme y profundizar un poco en la parte de los tejidos inteligentes. Porque creo que, así como el siglo XX fue el siglo de las fibras sintéticas (y ahora repasaremos algunas de las que mayor impacto tuvieron), el siglo XXI tiene todas las papeletas para ser el de los tejidos inteligentes. Esto es, donde el plástico cede su papel protagonista a la tecnología.
Fue en 1938 cuando DuPont patentó la primera versión comercial del Nylon, esa fibra de poliamida que aportaba una resistencia y elasticidad desconocida hasta entonces, tanto en fibras naturales como artificiales (y origen de las cotizadas medias de los años 40).