En el anterior post dejamos a Sir John B. Lawes y a su director científico Sir Henry Gilbert en 1843, recién fundada la Rothamsted Experimental Station. Desde un principio, su misión estaba bien definida: "Proporcionar conocimiento y nuevas prácticas para incrementar la productividad y calidad de las cosechas, y desarrollar soluciones sostenibles desde el punto de vista medioambiental para la producción de energía y alimentos".
En sus más de 170 años de existencia, Rothamsted ha realizado contribuciones significativas a la ciencia, desde el descubrimiento y desarrollo de los insecticidas piretroides (a partir del estudio de las piretrinas, insecticidas naturales contenidos en los crisantemos), a avances en campos tan diversos como la virología, la nematología (estudio de los "gusanos redondos"), las ciencias del suelo y la resistencia de los pesticidas. También, dado el alto número de muestras recogidas a lo largo de su historia, se le atribuyen a este parque científico numerosos avances en el desarrollo y la aplicación de métodos estadísticos a la agricultura.