El 29 de Abril de este año, la EFSA (European Food Safety Authority) aprobó por una exigua mayoría de países (15 de 27) la prohibición, durante 2 años y en toda la Unión Europea, del uso de tres pesticidas de la familia de los neonicotinoides: el imidacloprid y la clotianidina, comercializados por Bayer CropScience, y el tiametoxan, por Syngenta.
"Apis mellifera" en su afán polinizador |
Se trata de comprobar si, como parecen indicar algunos estudios científicos, estos insecticidas de uso bastante generalizado por los agricultores, son los causantes principales de lo que se conoce como el "Colony Collapse Disorder" de la abeja de la miel (Apis mellifera). Y que es el fenómeno bajo el que se ha catalogado la desaparición en los últimos años de miles de millones de abejas en todo el mundo, especialmente en USA y Europa.
La voz de alarma la dio un apicultor americano, Dave Hackenberg, en 2006, cuando denunció que ese año había perdido en Florida la mayoría de las abejas obreras (las que salen al campo a por comida) de un 50% de sus 3.000 colmenas sin causa justificada. En USA el "alquiler de colmenas" es una actividad muy establecida, y que sigue sus pautas. En lugar de que los agricultores de una zona determinada dependan de sus propios insectos polinizadores para llevar a cabo su función cuando toca, lo que hacen es alquilar colmenas de abejas en forma masiva en la época pertinente, y así asegurarse un mayor índice de polinización.
Por ejemplo, hay apicultores de Idaho que, en Enero, trasladan sus megatrailers llenos de colmenas a California, para la "campaña" de los almendros. Dos meses después, en Marzo, suben por la costa Oeste hacia el estado de Washington para la de los manzanos. En Mayo hacia el este, a Dakota del Norte para la del girasol, y unos meses después vuelven a Idaho, para empezar a preparar la siguiente temporada. Otros apicultores hacen recorridos equivalentes por la Costa Este.
Campañas de alerta |
Pues bien, a partir de 2006, el fenómeno de la "desaparición" de abejas se extendió por numerosos estados de USA y también por bastantes países de Europa, incluído España. Se empezaron a apuntar distintas causas posibles: ácaros parásitos (como el Varroa, originario de Filipinas y ahora extendido por todo el mundo), virus específicos, bacterias, mala nutrición, alteraciones genéticas, cambios en el hábitat, influencia de las radiaciones de los móviles... y los pesticidas ya comentados, que al actuar sobre el sistema nervioso, y posiblemente también sobre el inmunológico de los insectos, pudieran ser el factor desencadenante de muchas, si no todas, las otras causas.
Lo curioso es que, por ahora, la prohibición sólo se va a aplicar en la Unión Europea. Parece que en USA apuestan más por los ácaros, los virus raros y las causas inmunológicas (motivadas, dicen, por el trasiego de colmenas de un sitio para otro), por lo que promueven medidas de aislamiento de colmenas "enfermas" y regeneración de nuevas colmenas "sanas". Si la normativa europea, como está previsto, entra en vigor a finales de este año, para comienzos del 2016 podremos comparar los resultados entre Europa y USA. Ojalá que de esta comparación se acierte en el diagnóstico y se pongan los medios para su tratamiento y resolución.
El ácaro Varroa, otra posible causa |
Porque hay mucho en juego. Se calcula que un tercio de la dieta humana (o sea, de todo lo que nos comemos) proviene de plantas polinizadas por insectos. Y de ese tercio, un 80% lo llevan a cabo las benditas abejas. Se le atribuye a Einstein la frase de que "Si la abeja desapareciera de la superficie del globo, al hombre sólo le quedarían cuatro años de vida". La verdad es que no gana uno para sustos...
Claro que, en el contexto futurista de este blog, se me ocurre un "plan B": legiones de "micro-drones" especializados, cuya única función sea detectar flores, atraer su polen con una carga electrostática, cambiar a otra flor, descargar y volver a empezar. Totalmente autónomos. Movidos por energía solar. Inasequibles al desaliento. Al fin y al cabo, la abeja en el proceso de polinización es un mero vehículo de transporte. Tendría gracia que un "drone" (que significa zángano en inglés) acabara realizando funciones propias de su "especie".
Claro que, en el contexto futurista de este blog, se me ocurre un "plan B": legiones de "micro-drones" especializados, cuya única función sea detectar flores, atraer su polen con una carga electrostática, cambiar a otra flor, descargar y volver a empezar. Totalmente autónomos. Movidos por energía solar. Inasequibles al desaliento. Al fin y al cabo, la abeja en el proceso de polinización es un mero vehículo de transporte. Tendría gracia que un "drone" (que significa zángano en inglés) acabara realizando funciones propias de su "especie".
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La pista para esta entrada y algunos de los datos provienen del artículo "Esta abeja guarda un misterio", de Luis Miguel Ariza, publicado en "El País Semanal" el Domingo 28 de Julio. Aquí está el enlace, para el que quiera profundizar en el tema:
También es interesante éste sobre el anuncio de la prohibición de los neonicotinoides en la Unión Europea:
Es un asunto serio y preocupante, Ángel. Por si tenéis tiempo, os dejo este enlace de National Geographic. http://www.youtube.com/watch?v=JV0f7yatUXI
ResponderEliminarMagnífica aportación, Charo. No conocía este documental. Fíjate que está rodado a finales de 2007 y se da como casi segura fuente del CCD al virus "israelí", aunque no se descartan otros factores. 5 años después (no sé en qué ha quedado el virus) parece que la investigación está más abierta que nunca...
EliminarInteresante la polinización "artesanal" que realizan los agricultores de la zona de Sichuan de donde han desaparecido las abejas hace años. Ahora no me parece tan descabellada la idea de "drones" especialistas realizando esa función. No he investigado si alguien ya lo ha propuesto; si no es así, que conste que aquí se dijo...