viernes, 10 de julio de 2015

Vaughan, que se te acaba el chollo...

La Torre de Babel (Pieter Brueghel)
Se le acaba a Vaughan, a Berlitz, EF, Cambridge House, Linguarama, International House, The Bristish Council,... y a toda esa pléyade de instituciones, academias, laboratorios de idiomas y profesores "freelance" cuyo negocio se basa en intentar mejorar (con limitado éxito hasta la fecha, hay que decirlo) el nivel de inglés del españolito medio. Lo digo bien claro: en el horizonte de cobertura este blog, digamos 40 años, el desarrollo de los sistemas automáticos de traducción simultánea alcanzará tal nivel que ya no tendremos que preocuparnos (salvo por inquietud cultural o intelectual) en aprender idiomas. ¡Adiós a la maldición bíblica de la Torre de Babel! Hombre, quizá el intérprete automático Euskera-Kazajo tardará un poco más en estar disponible. Pero el Inglés-Español, el Inglés-Chino, el Inglés-Japonés y, quizá, el Inglés-Árabe serán de los primeros en comercializarse. Sin duda.
 
Ballmer y Bates firmando el acuerdo en 2011
Quizá alguno recuerde la noticia de Mayo de 2011: Microsoft compra Skype por $8.500 millones. ¡Qué burrada! fue el comentario más generalizado. ¿Para qué quiere el elefante de Seattle una compañía de software que "sólo" permite hacer llamadas de voz y vídeo entre usuarios de Internet? Claro que, ya por entonces, Skype podía presumir de tener 170 millones de usuarios activos y de haber captado el 13% de las comunicaciones globales de larga distancia. Pero había que leer entre líneas cuando Steve Ballmer, por entonces CEO de Microsoft, en el anuncio de la compra decía: "vamos a mejorar la forma en que la gente se comunica, pues lo más valioso de Skype es la innovación".
 
Le damos al "fast forward" tres años. Y es en Diciembre de 2014 cuando Microsoft anuncia la versión beta de Skype Translator. Como una imagen vale más que mil palabras, y nunca mejor dicho en este contexto, mirad el vídeo de presentación. ¿No es la pera? En sentido estricto no es traducción simultánea, sino lo que se conoce como traducción consecutiva (mejor sería decir interpretación consecutiva). Uno dice una frase y tiene que esperar hasta que la máquina interpreta, traduce y el interlocutor la escucha. Y lo mismo de vuelta.


La "conversación" se hace un poco forzada, y hay que respetar los turnos (difícil para un español, y más si eres tertuliano), pero yo veo claro que el camino está abierto. Dadle 1) un poco de la capacidad de aprender de los sistemas cognitivos tipo Watson para ir generando una base de datos de contexto que le permita saber si, cuando decimos "lo siento", estamos manifestando pena o la intención de sentar a alguien, y 2) las posibilidades de miniaturización de la nanotecnología, para que no haga falta sentarse delante de una pantalla para poder usarlo, sino que lo tengamos incorporado en, por ejemplo, el reloj de muñeca o en el auricular del casco o en un implante directamente conectado al nervio auditivo, y... el resto es cuestión de tiempo.

El mayor empleador de intérpretes en la actualidad es la Comisión Europea, que hasta  tiene un órgano encargado, la Dirección General de Interpretación . Con 28 estados miembros y 24 lenguas oficiales, esta unidad tiene 551 intérpretes en plantilla, más una red de 3.000 intérpretes autónomos. Como se puede leer en su página web:

"La DG Interpretación proporciona intérpretes para más de 50 reuniones al día en Bruselas y otros lugares. Las modalidades lingüísticas de estas reuniones varían considerablemente, desde la interpretación consecutiva entre dos lenguas, caso en que es necesario tan solo un intérprete, hasta la interpretación simultánea entre 24 lenguas de entrada y de salida (simetría total), que exige la presencia de 72 intérpretes."

Pues, con el desarrollo esperable de los sistemas automáticos de interpretación simultánea, la mayoría de ellos tendrán que reciclarse. Claro que siempre les quedará un Presidente de Gobierno español que, además de no saber idiomas como ha sido hasta ahora la tradición, tenga además cierta animadversión a estos "alantos" tecnológicos ;-).
 

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Agradecimiento a mi amigo Luis T. , que me dio la pista sobre el anuncio del Skype Translator y que se muestra incluso más optimista que yo en cuándo estará disponible esta herramienta para uso generalizado por el común de los mortales.

El relato de cómo se ha ido desarrollando el proyecto de Skype Translator dentro de Microsoft Research a lo largo de los últimos cuatro años, y las dificultades y retos que han tenido que ir superando en el conocimiento de cómo funcionan las redes neuronales, el reconocimiento del lenguaje, etc... lo puedes leer aquí (sólo para "techies").

Como ejemplo notorio de que la realidad supera a la ficción, incluyo a continuación la descripción del "Universal Translator" que permitía al Capitán Kirk y su tripulación de Star Trek "la traducción casi instantánea de la mayoría de los lenguajes humanoides y de muchos de los no humanoides". Pero creo que no va a haber que esperar a 2260 para tenerlo disponible.


 
 

1 comentario:

  1. Me fascina lo que la historia cuenta de Mítridates VI, rey del Ponto. No soy muy especial en eso, porque al mismo Mozart cautivó este personaje y compuso una ópera en su honor.

    No solo que fuera uno de los enemigos más exitosos de Roma, que luchó contra tres de los más grandes generales de finales de la República, Sila, Lúculo y Pompeyo. Sino más bien por las dos particularidades en especial que realzan su leyenda: era un políglota y un catador de venenos a los que se acostumbró mediante dosis progresivas y antídotos.

    Plinio el Viejo, en su Naturalis Historia, hace referencia a su habilidad para los idiomas: “Mitrídates, que fue rey de veintidós naciones, administró sus leyes en todos sus idiomas, y podía hablar cada uno de ellos sin emplear intérprete”

    Al parecer aprendió 22 lenguas para dar órdenes y entenderse con sus soldados, dada la variedad de pueblos que habitaban sus dominios y que nutrían sus ejércitos. Explicación muy lógica pero que no explica cómo brota en el políglota la pasión de aprender un idioma tras otro, como necesidad de expresar el pensamiento de distintas maneras.
    Seguramente temía morir envenenado, pero con los antídotos hizo inofensivas todo veneno. Temió las frases incomprensibles que acaso le amenazaban o anunciaban conspiración, y con el esfuerzo memorístico las convirtió en abierta comunicación con su gente, que le entendió al saberse entendida.

    Esto, de momento, para mí no es superable por ninguna máquina.

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