viernes, 26 de octubre de 2012

Si Darwin levantara la cabeza...

En el año 2007 envié una muestra de saliva al Genographic Project, iniciativa común de IBM y del National Geographic (https://genographic.nationalgeographic.com/ ), para que analizaran mi cromosoma Y. Al cabo de unas semanas recibí el informe correspondiente, indicando que mi "haplogrupo" era el R1b, y aportándome una documentación interesante, que en seguida os comento.

Distribución del haplogrupo R1b en Europa
La base de este proyecto es que, analizando los marcadores genéticos de cualquier humano actual, se puede trazar su historia hasta los comienzos de la especie Homo Sapiens Sapiens. Si lo hacemos analizando el cromosoma Y (sólo presente en los varones), se puede uno remontar hasta lo que se denomina el "Adán cromosómico", el primer hombre de la especie, mientras que si se hace a través del ADN mitocondrial de las células (que sólo pasa de madre a hijo/a), se llegaría, siempre por vía materna, a la "Eva cromosómica", la primera hembra de la especie. El objetivo del proyecto Genográfico es realizar un mapa de la evolución de la especie humana a través de los tiempos, analizando la distribución genética de poblaciones de todo el mundo, incluyendo la de las tribus más remotas.

El informe de mi "viaje ancestral" comienza hace unos 50.000 años en África, en una comunidad de unos 10.000 Homo sapiens. Más concretamente en las regiones de las actuales Etiopía, Kenia o Tanzania. Y con un ancestro de quien descendemos todos los humanos que hoy día vivimos fuera de África. Parece que forzados por las sequías de África, y atraídos por las más fértiles regiones de Oriente Medio, dieron el salto hace unos 40.000 años. A partir de ahí siguieron su viaje a través de generaciones por el actual Iran, Asia Central, Europa del Este, Europa Occidental (donde se encontraron con los Neanderthal) y Europa del Sur (España, Italia y los Balcanes). Curiosamente, hace unos 12.000 años, cuando terminó la última Edad del Hielo y los hielos retrocedieron, estos antepasados se desplazaron al norte, ocupando también zonas del norte de Francia y de las Islas Británicas.


Migraciones de los distintos haplogrupos desde Africa
La última parte del informe es sugerente: "Ud. es un descendiente directo de los humanos que dominaron la expansión del Homo Sapiens en Europa: los Cro-Magnon. Sus ancestros sabían como tejer vestidos usando la fibra natural de las plantas, y tenían herramientas relativamente avanzadas de piedra, hueso y marfil. Sus joyas, tallas, y sus pinturas rupestres son muestras de la avanzada cultura Cro-Magnon en la última era glacial". 

Muy bien. Evolución de la especie y selección natural a lo largo de los milenios. Darwin reconfirmado. ¿Pero, qué está pasando en los últimos siglos? ¿No está el hombre, de manera cada vez más directa y evidente, influyendo en los mecanismos de la selección natural? La disminución drástica de la antaño desorbitada mortalidad infantil, el tratamiento efectivo de enfermedades contagiosas que antes diezmaban a las poblaciones, los nuevos avances en genética, biotecnología, células madre, etc... están cambiando el axioma de que "sólo sobreviven los más aptos". (Y esto en los humanos; qué decir de toda la ingeniería genética aplicada a plantas y animales para mejorar la productividad de los cultivos o el rendimiento de las especies comestibles...).

La evolución según Forges
¿Estamos ante el fin de la evolución, tal y como ha funcionado en los últimos millones de años? Pues hay quien dice que sí. Pero hay quien toma un punto de vista diferente, y dice que lo que se está produciendo es una aceleración tal de los mecanismos de la evolución que estamos cerca de ver la aparición de nuevas especies "Homo". 

Y aquí doy paso a un tipo interesante: Juan Enríquez. Mejicano, MBA por Harvard. Hace años fue CEO de la Empresa de Desarrollo Urbano de la Ciudad de Méjico. Curiosidad biográfica: ayudó a negociar el alto el fuego con los "rebeldes" zapatistas. Fundador y Director del "Life Sciences Project". Ahora CEO en Biotechonomy (firma de investigación e inversión en ciencias de la vida). Y uno de los defensores de que nuevas especies de humanos pueden estar ya a punto de aparecer.

Juan Enríquez

En su libro "Homo Evolutis, as the Future Catches You",  Juan dice que el Homo Evolutis "no es sólo un homínido que es consciente de su entorno; es un homínido que está empezando a controlar, de una forma directa y deliberada, la evolución de su propia especie, de las bacterias, de las plantas y de los animales".
En su charla TED, titulada "Will our Kids be a different species?" pronostica que serán los avances exponenciales en Genética, Células madre y Robótica  (gran coincidencia con la propuesta GNR de Kurzweil), los que "darán origen a cambios de tal orden de magnitud que nuestros nietos o bisnietos pueden ser de una especie muy diferente".

Este es el enlace a la charla TED, muy recomendable: http://www.ted.com/talks/juan_enriquez_will_our_kids_be_a_different_species.html

Cosas curiosas que he anotado escuchando la charla:
- La diferencia entre humanos y neandertales era del .004 del código genético; esa es la diferencia entre especies.
- Toda la vida sobre la Tierra ha sido "barrida" por completo al menos 5 veces en la historia
- El estado normal en el pasado ha sido que hubiera en la Tierra varias especies de humanos de forma simultánea
- Una mutación en el gen HERC2 hace 10.000 años, cerca del Mar Negro, dio origen a las personas de ojos azules
- En 8 años, del 2000 al 2008 la incidencia de niños autistas ha pasado del 6,7x1000 al 11,4x1000 (No se sabe por qué; Juan sugiere que puede ser una presión evolutiva a la que el cerebro está reaccionando...).

Y una cita que también incluye:
"Hay décadas en las que no pasa nada y hay semanas en las que pasan décadas" (Lenin)
Pues eso, que no creo que en esta década ni en las siguientes nos vayamos a aburrir...

3 comentarios:

  1. Enhorabuena por el blog. No voy a ser académica en mi comentario, es domingo y, además, mi evolucionada especie aún tiene que lidiar con insignificantes virus catarrales que hacen de las suyas en mi organismo, sobre todo en mi cabeza, que la tengo como un bombo.

    A lo que vamos: no tengo juicio. Soy mutante. Esto ya, por sí mismo, tendría que ser un atenuante en caso de que me diera un pronto y mordiera a alguien… sin juicio, es natural que se perdonen ciertos arranques ¿no? Bueno, vale, juicio puede que tenga (no mucho, eso es verdad), pero soy de ese 10% de población que carece de terceros molares o cordales, es decir, lo vulgarmente reconocido como muelas del juicio. Claro que, según leas unos artículos u otros, ese 10% puede alcanzar incluso el 35%, y parece ser que la ausencia de terceros molares difiere mucho según las poblaciones humanas: va desde un 0,2 % entre los habitantes de Tasmania (es decir, que allí es raro encontrar a un desjuiciado) hasta el casi 100% entre los indígenas mexicanos. Al parecer, la diferencia está relacionada principalmente con el gen PX9. ¿Seré descendente de aztecas o del 0,2% de tasmanios mutantes? Claro que si lo pienso, por parte de padre heredé también el color de ojos, que según expones procede de una mutación en el gen HERC2 hace 10.000 años, cerca del Mar Negro, que lo mismo soy turca, vaya. De hecho, en Trabzon (Turquía), a orillas del mar negro, los ojos azules y el pelo castaño claro son muy típicos, lo que no sé si será por la mutación del gen o por las migraciones rusas o de por ahí.

    Suelen salir entre los 17 y 25 años, y recuerdo haber estado expectante durante años, a ver si asomaban, pero nada. Me sentía rara, diferente, le salían a todo quisqui menos a mí. Al comentarlo en casa en una sobremesa, me enteré de que soy mutante por parte de padre. No sé si mis nietos, si los tengo algún día, serán de una especie diferente, tal como pronostica Juan Enríquez, lo que sé es que tienen muchas probabilidades de librarse de los molestos 3º molares si heredan mi mutación. De momento, la herencia genética ha sido conservadora en mi hija y le ha brotado el juicio. Mi hijo aún no tiene edad para saberlo. En fin, evolucionamos sin remedio, aunque a veces dé la sensación de que involucionamos. No estoy muy de acuerdo con Enríquez en que el ser humano vaya a controlar directa y deliberadamente esta evolución de la especie. Más bien creo que al ejercer ese control directo, de forma indirecta y colateral evolucionará, posiblemente de distinta manera a la pretendida. Creo que es algo inevitable, tanto querer controlar nuestra evolución como que se descontrole debido al propio control.

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    1. Muchas gracias Charo por tu comentario y bienvenida al blog. Hablando de partes inútiles del cuerpo humano, resultado de caminos cerrados en la evolución de la especie, en este interesante artículo se mencionan unos cuantos:costillas cervicales, músculo subclavio, tercer párpado, punto de Darwin, órgano vomeronasal...:
      http://discovermagazine.com/2004/jun/useless-body-parts/article_view?b_start:int=0&-C=
      Por cierto, me gusta más el término "wisdom teeth" que usan los ingleses: "muelas de la sabiduría".

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  2. Me dijeron una vez que los coreanos las llaman "muelas de amor", por la edad a la que salen y por lo dolorosas.

    Interesante la página. Lo del punto de Darwin debe ser algo así como tener las orejas un poco a lo capitán Spock.

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